lunes, 29 de octubre de 2012


Buenos días, tardes, noches a todas aquellas princesas, sin reino donde gobernar, sin príncipe con el que tontear cualquier tarde de domingo, a todas aquellas llenas de ranas, sapos, o cualquier otro tipo de reptil, que besaron y les salió mal, a todas aquellas sin cuento, o mejor dicho cuento a medio escribir, que empezaron con un príncipe de tres al cuarto que prometió miles de días felices, y se fue con la primera ventolera, en realidad os felicito, vuestra capacidad para aguantar derrota tras derrota es inmensa, la de volver a amar, volver a pegar con celo lo que se rompió con el mayor sufrimiento jamás descrito, enhorabuena, por no dejar de besar capullos, vuestra lista va en aumento, pero en realidad os acompaño en el sentimiento, ese que quiere salir por todos los poros de vuestra piel, y gritar que no hay final sin principio, ni historia feliz, sin desgracias, que no te vendan, amor sin espinas, porque entonces no merecería la pena querer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario